El primer aspecto clave es la TEMPERATURA más baja del año. No porque existan zonas con periodos calientes significa que las moringas crecerán bien ahí. Esto es porque el factor más limitante para el crecimiento de esta planta es la temperatura más baja del año, no la temperatura media. Las moringas NO toleran el congelamiento y no crecen bien en lugares con temperaturas menores a 10ºC. Una temperatura mínima que no baje de 15ºC es ideal. Aquí, en la costa de Jalisco en México, la temperatura mínima son 17ºC, una temperatura perfecta para las moringas. Estas temperaturas son mínimos ocasionales, sobre todo en las madrugadas de algunos pocos días en el año. Un clima con 10ºC frecuentes como temperatura mínima es tan malo para las moringas como temperaturas de congelamiento. Los rangos diarios promedio ideales son entre 20 y 35 grados. La temperatura máxima anual es importante por el efecto que tiene en la temperatura promedio, pero no es causa de tanta preocupación como las temperaturas más bajas. Las moringas no mueren por temperaturas muy altas; ni siquiera tirarán sus hojas mientras exista humedad en el suelo. De cualquier forma, las áreas tropicales tienen climas más moderados que los desiertos y otros lugares extremos, así es que cualquier lugar con una temperatura mínima que sea suficientemente buena para una moringa tendrá una temperatura alta que esté también en el rango correcto.
En cuanto a la PRECIPITACIÓN, prácticamente cualquier área tropical que cumpla con los requerimientos de temperatura, también cumplirá con las necesidades de agua de la moringa. El problema en muchas áreas tropicales puede llegar a ser un exceso de lluvia. Las moringas crecen de manera ideal en zonas que tienen menos de 1.5 metros de precipitación por año y donde las lluvias caen en una o dos estaciones. Lluvias distribuídas a lo largo del año no son tan buenas para las moringas. El trópico húmedo, como los bosques tropicales lluviosos donde se cultiva cacao, té, palma de aceite o pimienta, son usualmente demasiado lluviosas para el crecimiento de las moringas. Las moringas odian tener agua estancada alrededor de sus raíces, o suelo pesado y fino que impida a sus raíces respirar. A las moringas les encanta un suelo con buen drenaje, de grano grueso, que permita buena areación alrededor de las raíces. Suelo de grava de drenaje rápido es perfecto para las moringas. También les irá bien creciendo en suelos arenosos. Sin embargo, no crecerán nada bien en suelos que tengan muchos nutrientes pero que se inunden. Por ejemplo, los suelos volcánicos profundos son perfectos para las moringas, pero si la lluvia es abundante, las plantas sufrirán irremediablemente.
En cuanto a la LATIDUD y a la ELEVACIÓN, las moringas son plantas de zonas tropicales de zonas bajas. Las moringas crecen de manera ideal cerca del nivel del mar o hasta 500 metros de altitud. En algunos lugares, las moringas podrían crecer relativamente bien hasta los 1000 metros (por ejemplo en Tequesquitengo, Morelos). Las plantas sobrevivirán hasta los 1500 metros de altura, pero no crecerán muy bien. Por encima de los 1500 metros es inviable una plantación de moringas. Hay que recordar que la moringa es una planta tropical y que estas elevaciones aplican solamente a las latitudes tropicales, es decir, entre los 23 grados norte y sur de latitud. Las moringas no crecen bien fuera de estas latitudes y ciertamente no crecen bien en elevaciones mayores.
Sí, las moringas sobrevivirán en lugares con otras características climáticas. Incluso podrían llegar a producir una flor o dos en lugares como el sur de California o el Altiplano Mexicano. Esto es una buena noticia para quien quiera tener una planta o dos en su jardín, pero el cultivo serio de moringas requiere un área tropical seca con 10ºC como temperatura mínima, de preferencia 15º, lluvia estacional de 1.5 metros o menos y suelo con buena aereación y que no se inunde.
Abajo se incluyen tablas con combinaciones de temperatura y precipitación en áreas donde he visto a las moringas creciendo óptimamente. La información en estas tablas ilustra lo que discutí arriba. A las moringas les gustan los climas calientes, con temperaturas mínimas relativamente altas. Las temperaturas máximas pueden ser altas, pero las mínimas necesariamente han de ser altas. Las lluvias tienden a ser usualmente menores a 1500mm, y muy estacionales, comunmente con ocho meses de sequía. La moringa es una planta de zonas bajas, creciendo mejor en altitudes menores a los 500 metros sobre el nivel del mar. La buena voluntad no es suficiente para el crecimiento óptimo de las moringas. El clima y el suelo serán siempre los factores determinantes.
Nuestro trabajo sobre la distribución de la Moringa en México se está llevando a cabo en colaboración con el Dr. Leonardo Alvarado Cárdenas